Mirad, se está vendiendo desde los medios -y por supuesto de forma interesada, para abofetear a Floper- que el Madrid no ha hecho nada para retener a Özil y que su marcha es un lujo que el equipo no podía permitirse. Todos estos “opinadores” dejaban traslucir la idea que casi había sido el propio Pérez el que le había abierto la puerta al alemán y le había acompañado a la puerta para que se fuese.
Nada más lejos de la realidad. No nos engañemos. Si un jugador se marcha es únicamente porque quiere. Los jugadores de fútbol, a diferencia de la NBA en los que son mera mercadería propiedad del equipo que les paga, son libres de decidir sus destinos y negarse incluso rotundamente a ser traspasados.
De hecho, todos sabemos que eso que dicen que no se debe hacer, como es negociar con el jugador antes que con el club y nunca antes de los seis meses de finalizar el contrato, no es más que papel mojado. Es más, no me creo que Özil fuese ajeno a la negociación entre el Arsenal y su padre, que no supiese que le iban a pagar una morterada de millones (los que pedía cada año su papá al presidente del Madrid y alguno que otro más) y que saldría del Madrid, incluso cuando hace menos de una semana declaró abiertamente que se quería quedar.
Sinceramente, no me imagino a Özil esposado rumbo a Londres, viajando contra su voluntad. Ni siquiera encapuchado, metido a la fuerza en una furgoneta sin cristales, como en las películas, secuestrado a la salida de su entrenamiento en Valdebebas. Más bien todo lo contrario. Mientras afirmaba su “voluntad férrea” de quedarse, estaba negociando con el Arsenal los términos de su contrato.
Y todo porque no tenía asegurado, como Casillas, su puesto de titular en el once por decreto. Máxime cuando su comienzo de temporada, como le pasó el año anterior con Mou -y que le llevó al banquillo por una buena temporada- ha sido francamente mediocre y en un pésimo estado de forma.
Que no nos engañen, Özil se marcha porque quiere. Y Floper ha hecho lo que tenía que hacer. Ante la enésima amenaza del Sr. Özil, cuando ha tenido una grandísima oferta -que lo es- la ha aceptado y punto. Un gran negocio sin duda, sobre todo estando como está de bien cubierto su puesto en el campo y fuera de él.
Negarse en banda a negociar y desaprovechar una megaoferta como ésta por un tipo que sabes que, primero, no va a jugar de titular indiscutible y, segundo, va a ser problemático además de irregular, hubiese sido un error mayúsculo que vivimos ya en otras ocasiones con otros jugadores y que nos acabó por costar el dinero y perder grandes oportunidades de negocio.
Me acuerdo de casos como los de Hugo Sánchez, de Suker, de Morientes, de Ronaldo el gordito….gente por la que teníamos extraordinarias ofertas encima de la mesa en julio o agosto y que, en aras de un mal entendido madridismo o por no desairar a determinados jugadores, se dejaron pasar pero que luego, pasados unos meses, acabaron saliendo del Madrid en el mercado invernal por muchísimo menos que lo que nos ofrecian apenas unos pocos meses antes.
Nadie es imprescindible y en este caso, más aún. un tipo como Özil, un auténtico mago con el balón en los pies pero que, como hemos visto, especialmente la pasada temporada, es cada día más irregular y en algunas ocasiones -sobre todo las grandes- es cada vez menos relevante.
Por eso, aceptar esta oferta (ojo, la más importante venta en la historia del Real Madrid) no sólo ha sido un negocio redondo en lo económico sino me barrunto que también en lo deportivo, ya que Isco -como le hizo Varane a Pepe el año pasado- le ha adelantado por la derecha al alemán en apenas dos meses.
Todo lo demás es enredar…
Salu2
